¿Alguna duda?
¿Cuáles son los cuidados específicos del pie diabético? Dado el origen de este problema, es importante contar con un equipo multidisciplinar, entre cuyos profesionales habrá un podólogo experto, para decidir la mejor forma de proceder con cada paciente según su caso.
Y es que quienes enfrentan este trastorno sufren diabetes, enfermedad que se puede complicar, pasando al pie, entre otras ramificaciones, ya que daña los nervios por provocar mala circulación sanguínea.
Es común que quienes se ven afectados por el pie diabético tengan falta de sensibilidad en la zona, ya que el flujo de sangre se reduce. Podría incluso complicarse provocando ampollas que podrían acabar por dar paso a infecciones graves.
Los cuidados generales del enfermo de pie diabético
Veamos qué cuidados generales y comunes hacen falta antes de llegar a soluciones drásticas que podrían provocar la amputación de todo el pie, uno o varios dedos, etc.
Así pues, sabido esto, ¿qué hay que tener en cuenta? Vamos a enumerar todo paso a paso:
Nunca caminar descalzo
Es decir, si caminamos descalzos, y dado que los nervios están dañados y se reduce la sensibilidad y la sensación, podemos no sentir piedras u objetos que queden atrapados en la planta, entre los dedos, etc.
¿Qué sucede? Que cualquier herida o elemento contaminado del exterior podría causar una infección masiva de la zona plantar. Por eso, aunque sea un calzado suave, una pantufla o un calcetín no muy grueso, hay que caminar con el pie tapado en todo momento.
Lavado continuado del pie
También hay que lavar el pie todos los días. Para ello, usaremos agua tibia y jabón suave. No obstante, y dado que la sensibilidad de la zona es baja, probaremos primero el agua con la mano. Si vemos que la temperatura es adecuada, ni muy fría ni muy caliente, pondremos los pies en remojo.
Al secar, es conveniente dar golpecitos, pues de esta forma seremos más cuidadosos que si actuamos con vigor extremo, evitando daños, sobre todo entre los dedos, pues podríamos herirnos y no notarlo si no actuamos con suavidad.
Uso de lociones
Es necesario el uso de una loción específica para mantener la piel de la zona siempre suave, y también humedecida. ¿Cuáles son los motivos? Porque así logramos que las grietas no se agranden.
La piel seca provoca que las grietas de los pies se hagan mayores, lo que aumenta el riesgo de infección. De ahí que haya que añadir una loción por todo el pie a excepción de la zona entre los dedos, donde no será necesario ni recomendable.
Uñas cortadas sin curva
Las uñas se deben cortar siempre sin forma curva. Es más, no hay que recortas las esquinas. Para ello, utilizaremos una lima, o bien un cartón de esmeril específico para las uñas.
Si detectamos una uña que se ha encarnado, no hay que intentar solucionarlo en casa. Se debe acudir al médico especialista cuanto antes, o bien al podólogo, para que tome medidas y se eviten posibles infecciones y complicaciones.
No hay que usar soluciones antisépticas
Tampoco se recomienda la utilización de soluciones antisépticas. Toda la medicación ha de ser específica y recetada por los expertos. Jamás usaremos productos de venta libre ni almohadillas de calor o bien instrumentos afilados, por mucho que estén recomendados para el uso en el pie.
De la misma forma, no pondremos los pies cerca de radiadores o estufas, ni de fuentes de calor específicas, pues la baja sensibilidad podría traer aparejados problemas graves al respecto.
No permitas que se enfríen los pies
Debemos usar calcetines no muy rugosos ni demasiado anchos. Además, tampoco permitiremos que los pies se mojen, ni en la nieve ni en la lluvia. Es mejor que la humedad no afecte.
En cualquier caso, durante el invierno, sí conviene apostar por calcetines muy abrigados y que impidan que el pie pase frío. Eso sí, trataremos de buscar aquellos que ajusten bien y no sean excesivamente gruesos.
No fumar bajo ningún concepto
Si fumar de por sí es muy perjudicial para la salud, hacerlo si se sufre pie diabético y diabetes es todavía más peligroso. Este vicio daña los vasos sanguíneos, por lo que reduce la capacidad corporal de transportar oxígeno. Si se combina con esta afección, que impide la circulación natural de la sangre, aumenta de forma significativa el riesgo de amputación, tanto de los pies como de las manos.
Ten siempre muy en cuenta estos cuidados específicos del pie diabético y ponlos al día si sufres este trastorno. Y, recuerda, lo mejor es que consultes con un podólogo de confianza y hagas visitas periódicas para asegurar el bienestar de todo tu organismo, comenzando por los pies.
CLINICA PODOLOGICA HERMOSILLA PODOGRANDE
Calle de Hermosilla, 108
28009 Madrid