El podólogo y las plantillas

Podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que el podólogo y las plantillas forman una unión básica que se asocia siempre. Sobre todo, los niños tienen claro que, cuando visitan a este profesional, es posible que se vuelvan a casa con este añadido ortopédico para devolver sus pies a su estado óptimo.

Y es que, dependiendo del diagnóstico, para muchos pacientes la mejor solución es el tratamiento conservador. Es decir, antes de apostar por una solución que pueda ser más invasiva, como la cirugía, hay que eliminar todas las demás opciones, sabiendo que nos adentramos en un terreno complejo en el que hay que hacer mucho antes de apostar por las plantillas y otras posibles soluciones.

¿Qué saber antes de usar plantillas ortopédicas?

El profesional, de forma previa a atacar una patología con el uso de una plantilla ortopédica, debe realizar un estudio muy pormenorizado. Por ejemplo, basándose en la pisada del individuo, en la biomecánica de su cuerpo y en sus necesidades concretas, tendrá que analizar todas las posibles opciones de manera que se puedan evitar lesiones futuras, malformaciones, etc.

Para ello, además, se cuenta con múltiples tecnologías que ayudan en este campo complejo. Por ejemplo, plataformas de presión, cámaras de alta velocidad, cintas de correr… Todo ello mejora el tratamiento, el estudio, el análisis, la diagnosis y el diseño de plantillas que cada vez están más perfeccionadas para realizar su labor y mejorar la salud del paciente.

Qué es la plantilla

Así upes, la plantilla u ortesis plantar se personaliza para que se porte en el interior del calzado de forma que, a través de una modalidad conservadora, y después de un estudio previo en el que se han analizado las mecánicas articulares implicadas, se obtienen los parámetros adecuados para el diseño de forma que, poco a poco, vaya devolviendo el pie a su estado correcto.

La plantilla, en realidad, lo único que hace es compensar las anormalidades biomecánicas para la prevención y cura de lesiones. Para ello, además, también se aprovecha en la modificación de movimientos para que sean más naturales y no provoquen desgaste o dolores.

El momento del estudio biomecánico

¿Cuándo realizar un estudio biomecánico para establecer si un paciente necesita el uso de algún tipo de plantilla? Hay diversos elementos a considerar:

  • Estudio de la pisada. Es el primer paso, y conviene hacerlo de forma anual. Así se controla la evolución, las posibilidades de sufrir lesiones por no apoyar bien los pies, etc.
  • Estudio con lesiones. Si la lesión se ha producido ya o tiene que ver con alguna parte de los miembros inferiores, como tobillo, cadera o rodilla, también se ha considerar para el diseño.
  • Tratamiento ortopodológico. Si el paciente ha pasado por un tratamiento ortopodológico, también conviene hacer un estudio biomecánico pormenorizado para tratar el problema y dar con la efectividad adecuada. Así se comprueban las necesidades de la persona y se corrigen las incorrecciones en el caminar y en la pisada al andar.
  • Situación específica. Esta se centra sobre todo en pacientes que se van a iniciar en la práctica del deporte. Se debe adaptar la plantilla a la disciplina concreta que se realizará, pero también a las particularidades del individuo. Por eso se hace un estudio pormenorizado de la pisada adaptada al deporte concreto, de forma que se pueda adaptar para minimizar lesiones o que impidan una llevanza adecuada de vida diaria.

Los beneficios de la relación del podólogo y las plantillas

¿Qué beneficios se obtiene del uso de plantillas ortopodológicas? Hay algunos muy interesantes que describimos a continuación:

  1. Reducción de la presión en zonas sintomáticas de los pies: es decir, en aquellas zonas en que se pueden sentir dolores o son sensibles de que aparezcan callosidades u otros problemas, dan estabilidad y equilibrio a la persona que las lleva.
  2. Correcciones científicas: o sea, correcciones en la marcha, en la pisada y en todo lo necesario para que el desarrollo del pie sea óptimo, natural y saludable, evitando la aparición de futuros problemas, no solo en los pies, también en las rodillas, en las caderas, en la zona lumbar, etc.
  3. Prevención: también son útiles para prevenir posibles lesiones futuras, como la fascitis plantar, las lesiones y los esguinces, etc.

Ya puedes observar la íntima relación entre el podólogo y las plantillas, pues son una parte importante del trabajo que realizamos los profesionales de este campo. En cualquier caso, podrás saber más sobre este interesante asunto contactando con nuestros expertos, que te atenderán encantados para explicarte cualquier inconveniente o duda que te haya quedado tras esta explicación o sobre cualquier otro tema

Sea como fuere, ahora que sabes cuándo acudir a la clínica podológica, recuerda que nos puedes contactar para resolver cualquier duda que te asalte. Nuestro equipo experto encontrará la mejor solución a tu caso concreto.

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