Cuándo acudir a la clínica podológica

¿Cuándo debemos acudir a la clínica podológica? Por lo general, lo hacemos en el momento en que la lesión ya se ha producido. En cualquier caso, puede ser interesante hacerlo de forma preventiva, especialmente si nos dedicamos a hacer actividades duras que podrían provocar problemas en el pie.

Recordemos que el podólogo es el experto médico que estudia la pisada, el pie y todo lo adyacente y relacionado con esta parte del cuerpo. Por eso, cuando sentimos molestias en esta zona del organismo, pensamos en estos profesionales de prestigio.

Sin embargo, individuos como deportistas de élite, militares o policías, incluso personas que caminan mucho en su día a día o que pasan demasiado tiempo de pie, podrían optar por acudir a la clínica podológica de forma preventiva para evitar la aparición de problemas futuros y recurrentes en el pie.

Los casos en los que acudir a la clínica podológica

Vamos a ver los casos en los que conviene acudir a la clínica podológica y que conviene tener en cuenta.

A modo de previsión

Como ya hemos comentado, la prevención es vital. En los pies encontramos muchas terminaciones nerviosas que, en el futuro, si no tenemos hábitos saludables al caminar o en nuestra familia hay problemas hereditarios, conviene que, ya desde niños, se acuda a estos profesionales para evitar que posibles afecciones pudieran ir a mayores.

Por tanto, es interesante que ya desde niños acudamos a los podólogos. Recordemos que el 70% de la población tiene problemas en los pies, y estos pueden ramificarse a las piernas, a la columna vertebral, a la cadera, etc. De ahí que sea tan importante la prevención en la infancia y durante la madurez.

No esperes a ver problemas en tu niño al caminar, por ejemplo. Ve a consulta de forma periódica para asegurarte de que todo va bien y los trastornos no aparecerán en el futuro, ni próximo ni lejano.

Cuando aparecen las lesiones

Obviamente, cuando sufrimos una lesión en el pie, debemos acudir al podólogo de inmediato. Ahora bien, no solo en el tratamiento de pies, como hemos dicho. También conviene que acudas si sufres alguna afección en tobillos y rodillas.

Otro caso en el que es importante acudir al podólogo aparece cuando sentimos dolor al caminar. En especial si este dolor tiene una fuente articular, es necesario acudir cuanto antes al profesional para que se busque la mejor solución.

Toda persona que sufra lesiones constantes, ya sean en pies, tobillos o rodillas, y aquellas que tienen dolores articulares al caminar, al realizar ciertos gestos, etc., tienen que acudir al podólogo para ayudar a mejorar, para tratar, para prevenir, y, en definitiva, para tomar la mejor solución.

Según los problemas en los pies

También se puede dar que el paciente tenga ciertos problemas en los pies que requieran de cierto tratamiento específico. Los más comunes, que suelen aparecer ya en la infancia, se relacionan con los pies planos, los dedos en garra o los pies cavos

También es común tener que actuar por parte del podólogo cuando existen problemas que requieren, para su mejora, el uso de plantillas, de calzado ortopédico y de elementos externos que devuelvan el pie a su estado saludable y que mejoren los traumas o trastornos.

Igualmente hay que acudir a la clínica podológica cuando se sufran dolores, molestias al caminar o se vuelva complicado por la edad o por algún tipo de enfermedad que afecta a los pies.

Más motivos de visita al podólogo

Veamos otros motivos por los que conviene acudir a la clínica podológica. Destacan:

  1. Callos y durezas: limitan las posibilidades de la persona. De ahí que el podólogo cuente con instrumentos adecuados para su evaluación y mejora.
  2. Diabetes: el famoso pie diabético también debe ser tratado por un profesional de la podología.
  3. Sintrom: si se toma este producto, conviene que también un podólogo asegure el bienestar del pie, pues se pueden sufrir daños colaterales en estas extremidades.
  4. Uñas encarnadas y otras infecciones: también bromhidrosis, es decir, olor de pies, o bien cuando la uña se incrusta en la cámara del dedo. O por cualquier tipo de infecciones como hongos, bacterias, etc.

Estos, y muchos más, son casos en los que acudir a la clínica podológica es una buena idea. De cualquier manera, es posible que sea el médico de cabecera el que redirija al paciente hacia un especialista de esta naturaleza.

Sea como fuere, ahora que sabes cuándo acudir a la clínica podológica, recuerda que nos puedes contactar para resolver cualquier duda que te asalte. Nuestro equipo experto encontrará la mejor solución a tu caso concreto.

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